17 de mayo de 2010

¡800!

En septiembre del año pasado, decidí que era momento de expandir el alcance de mi colección a un área que desde hace tiempo llamaba mi atención: Macross. No sabía por dónde empezar, pues hay muchas líneas dedicadas al legendario anime. En una de tantas búsquedas, me topé con un sitio de reseñas japonesas en el cual encontré unos robots muy interesantes, además de las valkirias que estaba buscando...

El pasado diciembre, mientras revisaba los videos de los canales a los cuales estoy suscrito en YouTube, uno de los mejores reviewers que conozco, Spada a.k.a. Baltmatrix, mostraba una de sus últimas adquisiciones, un enorme robot combiner muy interesante...

Esos dos eventos están relacionados, pues ambos giran en torno a la misma línea de figuras. Se trata de una creación japonesa con poco más de 30 años de constante éxito en el país asiático...y en el resto del mundo. Desde 1975 y de manera ininterrumpida, cada año la compañía Toei en mancuerna con Bandai, ha producido el género de programas televisivos de acción conocido como Super Sentai, en el cual, un equipo especial de adolescentes en trajes coloridos combate diversas amenazas terrestres o alienígenas, con un poco de ayuda de poderes sobrenaturales y robots gigantescos. Todo un festín de artes marciales y explosiones.

A pesar de que la franquicia tiene más de 3 décadas de vida, en nuestro continente se volvió popular a partir de la década de 1990, pues la compañía Saban tuvo la brillante y lucrativa idea de adaptar el popular show al sustituir las escenas de jovenes japoneses con sujetos norteamericanos, agregar doblaje a las escenas de artes marciales y cambiar ligeramente las secuencias de peleas entre robots sobre ciudades (que en realidad eran artemarcialistas con botargas que peleaban sobre maquetas) para crear el fenómeno televisivo al cual nosotros conocimos como Mighty Morphing Power Rangers.

Desde su salida en Estados Unidos (y la sindicalización que permitió su llegada al resto del mundo), cada año se han adaptado las creaciones niponas de Super Sentai para incorporarlas al universo Power Ranger. Bandai tomó las riendas y creó un imperio de mercadotecnia que era un reflejo regional del poderío Sentai japonés.

Al igual que (seguramente) muchos de ustedes, los MMPR nunca fueron de mi agrado. Cada episodio era la misma fórmula, repetida hasta el cansancio. Y los juguetes, bueno... no eran precisamente lo más creativo en el mercado. Así, desde su creación hasta el año pasado, ignoré la oferta de robots superpoderosos hecha por Bandai.

Desde diciembre del año pasado, me adentré en el denso mundo Super Sentai y me di cuenta de que la imagen que tenía de los MMPR y por ende, de Super Sentai, había cambiado bastante desde que los conocí en la década de 1990. Y la sorpresa fue más que agradable. Bandai (sobre todo su división japonesa) ha creado, durante los últimos años, varios de los mejores robots transformables con los cuales he tenido contacto.

Es dificil tratar de comparar las creaciones de Bandai con las de Hasbro. Son dos mundos por completo diferentes, a pesar de que se trata de figuras transformables. Pero, hay algo que sin duda Bandai ha hecho bien durante la última década -algo de lo cual, Hasbro podría tomar varias notas-: ha hecho figuras creativas y divertidas. En el mundo Super Sentai rara vez hay un repaint (y cuando los hay, la figura adquiere otra dimensión), los remolds van más allá de un pretexto para vender más y lo mejor, no hay desilusiones del estilo ROTF. Bandai no hace una distinción entre el niño y el coleccionista, pues le ofrece la misma figura coleccionable de excelente calidad a ambos. Y mientras el fanático se divertirá al transformar y combinar una y otra vez las figuras, el dueño de una colección apreciará los detalles que separan su adquisición de otros juguetes.

Esta razón le ha dado el indiscutible éxito a la franquicia durante tantos años. Y a esto también se debe que su línea de juguetes siempre esté en las listas de los más vendidos en Japón.

Si eres fanático del universo Transformer, a estas alturas, las sorpresas son pocas. Un molde nuevo se ve como un premio y a veces, un repaint es tan bien visto que olvidamos que se trata de la misma figura que compramos hace un par de meses. Incursionar en el mundo Super Sentai es como iniciar todo de nuevo. Las sorpresas abundan y la diversión siempre está presente. Pero sucede algo curioso: esa sensación permanece, porque en cada figura se siente la dedicación de sus creadores por mantener la idea básica siempre a flote: se trata de un juguete que debe ser, ante todo, divertido.

En la imagen, podemos ver la línea que me convenció de entrar directo al universo Super Sentai. El programa Samurai Sentai Shinkenger conserva la fórmula que ha mantenido viva a la franquicia desde la década de 1970. Pero el robot, es algo completamente diferente a lo mostrado por Transformers hasta el momento. Un combiner único, masivo, creativo y sobre todo, divertido, compuesto por 13 figuras también únicas y de excelente calidad.

Durante esta semana (y los días subsecuentes) les mostraré mis adquisiciones de la popular línea de Bandai, empezando con el héroe robótico de Samurai Sentai Shinkenger Samuraihaoh, mi robot transformable #800 y con el cual inauguro una centena dedicada exclusivamente a los robots que nos ha traído Bandai en las últimas tres décadas.

Si les gustan los robots transformables, les aseguro que lo que está por venir cambiará su percepción de los karatekas en botargas de goma...

Garantizado.

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