3 de noviembre de 2008

Transformer de la semana: Polar Claw Beast Wars

"You bite off more than you can chew!"

Buenas las tengan y mejor las pasen, oh fieles lectores de este cúmulo de bytes dedicados a las figuras transformables (¿se nota que cada vez me cuesta más trabajo saludar con algo diferente?). La reseña de esta semana está lista para Ustedes, con el cariño de siempre. Engalanando este espacio, tenemos a un peludo defensor de la causa Maximal. Es gordo, colmilludo y está armado hasta los dientes. Él es... ¡Polar Claw!

¿Recuerdas cuando lo adquirí?

Ya saben, figura nueva, breviario cultural. Como parte de una estrategia para darle ‘nuevos brios’ a la entonces sobreutilizada fórmula Transformer, Hasbro/Takara decidió que era tiempo de dejar a un lado el raro sabor de boca que dejó la G2 y darle un giro a los vehículos de una buena vez. Más o menos así nació la línea Beast Wars, que retomó a uno que otro miembro de la serie ochentera -incluidos los líderes, por supuesto- y creó una historia para justificar su modo alterno animal. Los Autobots se convirtieron en Maximals y los Decepticons en Predacons. Todo lo demás era básicamente igual: unos quieren destruir y gobernar, los otros quieren paz, etc. A diferencia de los animales robóticos vistos en líneas anteriores, aquí se buscó una apariencia más ‘natural’. Eso señores, en un párrafo, es Beast Wars.

-¿Quién necesita una camioneta 4x4 cuando puedes tener la ferocidad de un oso polar?

Polar Claw pertenece a la primera generación de Beast Wars (sí, hubo varias). Es de los buenos y de acuerdo a lo que leí, es Comandande de Infantería Ártica. Esto quiere decir que si las peleas se mueven hacia alguno de los polos, él es el que pone orden. El modo alterno es bueno o regular, dependiendo de tu punto de vista. Literal. De frente, el oso polar tiene buena pinta, si ignoras los cortes, hendiduras y marcas de las piezas móviles. Nada mal para un animal invernal.

El encanto termina cuando comienzas la gira de 360° por la figura. Hay muchas piezas al descubierto y el que sean de un color contrastante no ayuda mucho. Este no es un problema exclusivo del osito; es claro que la prioridad de los fabricantes era mantener la idea del modo alterno animal y para ello, éste se convirtió en un cascajo o caparazón para contener las piezas del robot. En algunas figuras funciona mejor que en otras. En este caso en particular, todo está bien mientras la vista sea frontal.

-Los osos polares tienen dos cosas de que preocuparse: el calentamiento global y las focas hambrientas-

Al ser representante del tamaño Mega (que sería equivalente al actual Voyager) la figura tiene buen tamaño y un número de decente de funciones adicionales. Para empezar, al mover las patas traseras, un mecanismo de resorte abre las fauces del animal, poniendo al descubierto su ferocidad. Esto es algo bueno que viene a un precio. En ocasiones, tantos mecanismos atascan la figura, rompiendo su simetría y entorpeciendo los elementos de su transformación. En este primer ejemplo, el mecanismo interior no es un factor negativo.



La transformación es sencilla, siempre y cuando tengas una idea de cómo se debe ver la figura al final. De no tener esta noción, algunas partes -como el vientre que se convierte en los brazos- se pueden poner complicadas. Todo lo demás, como mencioné, son partes contenidas en un gran cascarón con forma de oso. Para obtener el pecho y la cabeza, giras la pieza con la cabeza del oso y listo. Las patas frontales se convierten en cañones al hombro.
-Sí, trajo sus mejores garras-

La mayor parte de las figuras de la primera generación cuentan con un modo ‘Mutante’ que consiste en una segunda versión de su cabeza/rostro robótico. Esto, en teoría, es una forma más ‘animal’ del robot. Es sólo estético, ya que la figura no tiene alguna función adicional en este modo. En el caso de Polar, lo obtienes girando por completo las cabeza. Todavía no decido cuál es más tétrico.

-Modo mutante...-
-Modo robot...-

Entre más alto es el rango de la figura en Beast Wars, mayor es la cantidad de mecanismos y extras que tiene. Polar, además del mencionado mecanismo para su hocico en modo bestia, cuenta con dos funciones muy llamativas. La primera es una garra sorpresa oculta en su pata (derecha, viéndolo de frente). Esta se activa con un pequeño botón.
-Nada por aquí...-

-El largo brazo de la ley-

El segundo extra viene en forma de un compañero oculto. La otra garra se convierte en un murciélago al presionar otro botón, Tal animalejo está diseñado de tal forma que al presionar el mentado botón, un mecanismo de resortes lo dispara, transformándolo en el aire. Es una adición muy creativa que le da como 3 puntos de estilo en mi lista. El murciélago también se utiliza como un arma sónica en alguno de los puños.

-Presionas un botón y...-
-¡Mwa ha ha ha! ¡Un wampiro!-

-Listo para el abrazo del oso-

Polar Claw es una figura con un modo alterno decente, que a simple vista muestra un animal bien hecho. Pero que por la misma complejidad que representa transformarla en un robot ‘coherente’, peca al dejar al descubierto muchos elementos robóticos. El robot cumple con su cometido al alejarse lo suficiente de su modo alterno con una transformación sencilla, pero completa. Los extras adicionales que toman la forma de mecanismos semiautomáticos funcionan bien, pero comprometen la antes mencionada integridad del modo bestia -como el caso del murciélago que es visible en la pata del animal-, pero al final, son los que le dan el sabor agradable. No es el mejor exponente de la línea, pero sí uno muy curioso y divertido.



Costo actual MIB: entre 40 y 70 dólares
Costo actual LOOSE: entre 10 y 25 dólares (a mi me costó aproximadamente 5)

Modo bestia: 7.5
Modo robot: 8.0

Overall: 8.0

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena transformación... saludos

Lucky: El Primer Pony Macho dijo...

Lo unico que no me gusta es que las piernas no se articules separadamente, eso de la falta de articulación dejenlo para G2 para abajo (y eso que no menciono Armada que retrocedio mucho en ese punto).